Ya estaba apartado el sábado pasado con varios meses de anticipación, mi comadre Isabel estuvo de visita en la capirucha, aun que ella ya conoce muchos de los atractivos de la Ciudad de México, siempre es un reto donde llevarla ya que siempre llega acompañada de una amiga la cual no conoce México.
En un principio no existió problema ya que su amiga, quería conocer La Villa, ir a rezar a la Virgen de Guadalupe y conocer donde se había aparecido a Juan Diego. He de decir que esta vez quede sorprendido de la arquitectura de la basílica ya que nunca me había puesto a observar la magnitud de la obra ya que tiene estacionamiento subterráneo y una serie de serie de edificios que te dejan pensando en el grado de complejidad para su construcción.
El ir a la Basílica de Guadalupe, es toda una experiencia, ya que desde la entrada se ve a los feligreses haciendo una manda, la cual consiste en entrar sobre las rodillas a la basílica hasta llegar al pie de la imagen para dar gracias. También es común ver grupos de peregrinos que llegan, entran a misa y terminan cantándole o tocando.
Después de un primer recorrido, fuimos a ver a la Virgen, después pasamos a comprar unos recuerdos y terminamos entrando al Museo Guadalupano.
Después partimos sin rumbo fijo, mi idea era ir a Chapultepec, pero al ver que no querían caminar, opté por ir a Ciudad Universitaria, con la idea de caminar un rato y descansar un rato de bajo de un árbol, mientras se disfruta del paisaje. La verdad es que el caminar en Ciudad Universitaria es una delicia, en primer lugar por la belleza del lugar y la otra por la tranquilidad, todavía recuerdo cuando trabajaba en SARE el ir con unos compañeros de trabajo a comer a la zona cultural, donde pasábamos a comprar unas hamburguesas para después buscar un lugar con sombra, para tender un mantel y así comer y platicar de como se debía arreglar el mundo. Fue bastante agradable el ir caminado ya que la plática giro en visiones de la educación en Colombia, Estados Unidos y México.
Como ya Cleopatra se comía a Gertrudis por el hambre, decidimos ir a comer. Libia me decía que quería entrar a una cantina para encontrar a un indio salvaje para que le hiciera el amor, por unos instantes pensé en llevarla a una cantina de mala muerte pero opté por llevarla a las Galias donde se come muy bien ya que tiene tiene un menú por tiempos con varios platos a elegir con única condición de tomar un bebida por tiempo, así que después de tres cervezas y un rato de música optamos por retirarnos ya que Isabel tenía que comprarle dulces a su madre y lógicamente con la decepción de Libia por no encontrar a su hombre. Cuando Isabel me pregunto donde podía comprar dulces típicos, puse cara de what ya que en el centro npi de donde hay dulcerías por esos rumbos y más para comprar dulces típicos, gracias al policía del hotel donde se hospedaron encontramos el lugar, después de burlar al carrito que pone el inmovilizador al auto por estacionarse en lugar prohibido en el centro fuimos a su hotel a descansar un rato y platicar historias de espantos ya que el edificio viejo del hotel te invitaba hacerlo.
La siguiente parada fue Garibaldi, lugar donde están los mariachis y se puede beber, bailar, llorar o bien celebrar al son de la música de mariachis. La primer visión de la plaza fue de tristeza, ya que al paso del tiempo ha sufrido muchas remodelaciones las cuales poco a poco ha perdido su belleza, recuerdo en mi niñez que la plaza tenía un parque, si es cierto que ese parque era feo ya que al estar limítrofe con el barrio de Tepito y la colonia Guerrero era el lugar donde los indigentes que llegaban a pedir dinero a los turistas que iban a escuchar mariachi y terminaban dormidos en los jardines dando un aspecto bastante feo, como eso de finales los años 80’s se remodelo la plaza desapareciendo el jardín y construyendo un nuevo mercado de comidas ya que Garibaldi era el lugar ideal ir a comer después de la parrandas, he de decir que con esa remodelación se perdió mucho del toque tradicional mexicano del lugar. Por eso al ver que nuevamente están remodelando la plaza la cual consistió en demoler un kiosco y un pequeño jardín y una especie de estrado lugar ideal para sentarse y escuchar los mariachis mientras se bebe un buen tequila para dejar hoy la plaza pelona me hizo sentir un poco frustrado, habrá que ver como queda la plaza. En lo personal creo que el gran problema de la plaza es que esta situada entre el barrio de Tepito y la colonia Guerrero, lugares que poco a poco han sido golpeados por la pobreza haciendo que las calles alrededor de la plaza sean lugares oscuros y feos lo que propicia exista muchos vagos en esa zona haciéndola peligrosa, debería el gobierno del Distrito Federal el propiciar con remodelación de calles y facilidades para poner nuevos negocios para propiciar el cambio de la zona.
Como´les comentaba llegamos a la plaza, estuvimos un rato y pasamos al Tenampa, lugar por excelencia para beber tequila, en mi caso ese lugar me trae muchos recuerdos de mi época de estudiante, también me recuerda mi primer serenata la cual después de dos botellas de tequila por fin decidí llevar mariachis a mi amor, pero en esos entonces el dinero era poco y después de preguntar y hacer varios intentos para que los mariachis aceptaran el dinero que tenía, terminamos en una taquería bajando la borrachera y lamentando la falta de varo, cuando llegó un organillero a cenar, al verlo me dije ¿por que no? y me acerque a preguntarle ¿cuanto por una serenata?, ¿en donde?. por la Balbuena, 300 varos, sale, pero tu pagas el taxi, orale y así logre que fuera mi novia.
Como les decía entramos al Tenampa, aun que el lugar sigue siendo el mismo las cosas han cambiado mucho a mis primeras incursiones de hace como 20 años, en primer lugar llama la atención el letrero que ahora si aceptan tarjetas de crédito, también llama la atención que el lugar es ahora más fresa, era común ver grupo de mexicanos con turistas pero la clientela era más humilde, hoy se ve más niñas y niños nais, en fin nos dedicamos a lo nuestro, tomamos unas bebidas fotos y partimos como eso de las 11:00 de la noche ya que mis amigas partían hoy como eso de las 8 de la mañana y les tocaba levantarse temprano.